lunes, 21 de mayo de 2012

La actuación

Llego bastante temprano, lo que me da tiempo de pagar mi bono y sentarme unos minutos a esperar mirando las caras de otros que esperan como yo.
Una vez en el consultorio d. Empieza por preguntarme cómo entré a trabajar ahí, cuál es mi trabajo concretamente, si me gusta... Le cuento que es un bar de tragos a donde van hombre y donde bailan algunas chicas, y que mi trabajo concretamente es servir mesas. Que a veces faltan algunas chicas entonces tengo que darle charla a los "clientes", que al principio no es tan grave pero que después te das cuenta de que todos hacen el mismo chiste del que hay que reírse como si fuese ocurrente.
Después hablamos de los antidepresivos. En la primer sesión le conté que tomaba en un tiempo, me preguntó cuánto y cuándo... En córdoba, hace unos siete años más o menos, durante un año aproximadamente.
También le dije que quería cambiar mi vida, que en cierta manera aspiraba a convertirme en una especie de Heidi, lo que me hizo sentir bastante estúpida. Todo esto porque me preguntaba si había salido con alguien o si estaba con alguien, y le conté que no, que lo último que había tenido era un encuentro con una de las bailarinas, nada significativo ni para ella ni para mi, pero que no estaba en pareja ni nada parecido.
Hablamos de mi niñez, de mi adolescencia, donde yo era muy tímida y no tenía amigos. Vivía con mi mamá casi encerrada y no invitaba a nadie porque me parecía impresentable (mi mamá) por sus insufribles quejas.
Le conté que hacía mucho que había cortado mi relación con mi familia, simplemente un día desaparecí, cambié el número de celular. Después, con el tiempo, un par de veces al año llamaba a mi mamá, algo así como levantar el tubo, decir "hola", escuchar media hora, decir "chau", cortar. Y que después de tantos años de esto recibí por primera vez un llamado de parte de ella donde me informaba que papá había muerto.
A partir de que me dijo que me notaba enferma, hablamos de qué significa faltar a mi trabajo. Bien, significa que me quedo sin "propinas", que es básicamente el ochenta por ciento de mi sueldo. Por lo que muchas veces prefiero ir sintiéndome mal porque sino después no me alcanza para cubrir mis gastos.
Una de las cosas que más me interesó de la sesión de hoy es que le conté sobre lo que pienso respecto a la mímica de la diversión, a la que me veo obligada la mayor parte de las veces a representar. "no pensás que todo el mundo actúa", le pregunto a d., y d. Me responde que es mejor actuar de uno mismo... Que en todo caso es seguir actuando, según pienso, creando una figura para poder estar delante de otra persona. Y así es como me siento vacía, actuando todo, incluso lo que siento, sin saber ya si lo siento o lo estoy actuando. Actuar para no entrar en conflicto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario